"Hace
poco tiempo —una tarde de primavera, caminando por una galiana de Extremadura, en
un ancho paisaje de olivos, a quien daba unción dramática el vuelo solemne de
unas águilas, y, al fondo, el azul encorvamiento de la sierra de Gata—, quiso
Pío Baroja, mi entrañable amigo, convencerme de que admiramos solo lo que no
comprendemos, que la admiración es efecto de la incomprensión. No logró
convencerme, y no habiéndolo conseguido él, es difícil que me convenza otro.
Hay, sí, incomprensión en la raíz del acto admirativo, pero es una
incomprensión positiva: cuanto más comprendemos del genio, más nos queda por
comprender."
José Ortega y
Gasset, Meditaciones del Quijote
br, cuanta razón.
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